lunes, 18 de agosto de 2014

MOLATA DEL CORTIJO DE LA CERCA






MOLATA DEL CORTIJO DE LA CERCA



            Es un pequeño yacimiento situado junto al barranco de las Porcunas, muy próximo al cortijo de La Cerca. Se ubicó en un escarpe rocoso amesetado que forma parte de una pequeña alineación montañosa, los Cerros de Colo, que se extienden en dirección este – oeste, desde los Aguilones de la Casa Moya hasta el barranco de Porcuna. Este cauce, que sería suficiente para cubrir las necesidades básicas del poblado, cuenta, incluso en verano, con  surgencias de agua, que se acumula en pequeñas cubetas formadas por la erosión en la roca caliza del fondo.

            La vegetación está constituida por plantas espinosas y herbáceas, junto a matorral de tomillo, esparto, etc., siendo escaso el arbolado. Las tierras próximas no son propicias para los cultivos,  que son principalmente  de almendros.

            El asentamiento contó con unas importantes defensas naturales en su parte oeste, donde la roca aparece cortada en vertical, siendo menos escarpada la ladera sur. Las zonas norte y este son de fácil acceso, por lo que se construyó una muralla, de la que queda un gran amontonamiento de piedras de tamaño medio y que tenía forma de arco de circunferencia, para cerrar estos puntos más accesibles.

            Entre los materiales, que se recogen tanto en la pequeña meseta que rodea la muralla como en las laderas que descienden hacia el barranco, destaca una importante industria de laminitas, acompañada por microlitos geométricos, microburiles, microrraspadores, puntas de flecha, etc., con claras semejanzas con los complejos mesolíticos del levante español o con el material lítico de asentamientos neolíticos próximos, como la Cueva del Nacimiento de Pontones (Jaén). Abundan los restos de piedra pulida, que serían indicios de su uso en actividades agrícolas.

            La cerámica es lisa. Algunos fragmentos se deshacen con el agua de la lluvia, lo que indicaría una cocción deficiente. Hay trozos con pintura a la almagra, técnica muy usada en el Neolítico andaluz. Entre los elementos de prensión están los mamelones, las lengüetas, los baquetones y las asas. Estas últimas recuerdan las usadas en las vasijas neolíticas.

            Cerca del poblado hay un pequeño montículo que podía ser un túmulo, pues en parte de su base las piedras parecen adoptar una disposición circular. Podía ser un enterramiento (roundgräber).

            Estos materiales, junto a la inexistencia de cerámica campaniforme, que es muy abundante en otros yacimientos de Puebla, y el no haber encontrado indicios de metalurgia del cobre, nos inclinan a encuadrar cronológicamente el poblado en un Neolítico de tradición mesolítico,  aunque las puntas de flecha podían pertenecer a un Eneolítico precampaniforme.

            También se han recogido algunos vestigios de época romana y medieval, que podían estar en relación con un silo que hay en la ladera oeste.














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