martes, 25 de agosto de 2009

HIGUERUELA

El poblado ocupa un cerro calizo de mediana altura, situado en una pequeña alineación montañosa próxima al Cerro del Cántaro. Se ubicó a espaldas del cortijo de Higueruela de Arriba, muy cercano a una fuente de escaso caudal, pero que serviría para cubrir las necesidades de su población. En sus proximidades desembocan las ramblas endorreicas de Campillejos y de El Prado.
La vegetación predominante es de arbustos como el tomillo, romero, ajedrea, plantas espinosas, etc. Hay también algunas sabinas y, junto a la carretera a María, una pequeña formación de pinos. Los terrenos circundantes están dedicados al cultivo de cereales de secano y de almendros. Algo más alejadas hay tierras que se han puesto recientemente en regadío.
Desde el yacimiento se controla visualmente toda la parte sur de la llanura del Campo de la Puebla. Hacia el este la visibilidad queda interrumpida por la Sierra de Alcatín, pero se domina el paso a través de la Hoya de la Higuera.
Las dimensiones del asentamiento son pequeñas, como la mayoría de los que se conocen en este periodo. Estuvo rodeado por una gruesa muralla de forma ovoidal de unos 77 m. de eje longitudinal, 66 m. de anchura máxima y dos metros de grosor, que se adapta al terreno, habiendo tramos en los que aún se puede apreciar sin dificultad. Estaba construida con piedras de tamaño medio, que en diversos puntos aparecen caídas hacia el exterior, formando una especie de talud.
Aunque el poblado se conserva relativamente bien, en algunas zonas hay agujeros producidos por excavaciones incontroladas, en donde se han recogido numerosos fragmentos cerámicos y restos de techumbre con improntas de troncos y de cuerdas de esparto. En la parte mas alta hay un gran amontonamiento de piedras que podía indicar la presencia de un torreón.
En sus alrededores hay otros indicios arqueológicos:
4En el punto más alto de la alineación montañosa, el Cerro de Higueruela, hay una pequeña meseta redondeada en la que se aprecia un amontonamiento de piedras al norte, que podían pertenecer a estructuras de viviendas. Se ha recogido cerámica a mano y a torno (esta última muy rodada) y sílex.
5Cerca de la muralla y en la ladera que desciende hacia la carretera hay una estructura circular que en uno de sus lados aprovecha la roca natural. Por esta misma zona hay piedras que parecen adoptar una disposición en círculo, que podían ser restos de fondos de cabaña o de túmulos.
6En la cuneta que hay al norte de la carretera, a poca distancia de la balsa del cortijo de la Higueruela de D. José Morote, apareció, hacia el final de la década de los años cuarenta del pasado siglo, lo que debió ser una cueva artificial de enterramiento. Fue descubierta por un peón caminero que extraía tierra para reparar la carretera. Disponía de una puerta de entrada cuadrangular adintelada formada por dos piedras verticales y otras dos horizontales, que se cerraba mediante una losa y que daba acceso, tras un ligero escalón, a una primera sala en la que se encontraron restos humanos y hachas de piedra pulida, que al parecer fueron introducidos en un saco y llevados al juzgado. A continuación venía otra segunda habitación, que estaba vacía, separada de la anterior por una pared hecha con losas de piedra y en medio de la cual había un segunda puerta de acceso construida como la primera. Tanto las paredes como el techo estaban cubiertos totalmente por lajas de piedra, que se llevaron a los cortijos próximos para enlosar habitaciones, para canalizaciones etc., e incluso algunas se rompieron.
7En la zona situada debajo de la fuente y de la pequeña huerta aún se pueden ver los restos de muros pertenecientes a una villa romana que debió ubicarse hacia el siglo I a. C.
Entre los materiales encontrados, típicos de la Edad del Cobre, destacan numerosos campaniformes con decoración incisa y puntillada, junto a láminas, laminitas, geométricos, dientes de hoz, placas para hoces en sílex tabular, un núcleo de obsidiana, adornos sobre caracolas marinas, una varilla de cobre, etc. Un fragmento con acanaladuras, parecido a otros encontrados en los Millares, junto a numerosos restos con tratamiento a la almagra, podían ser indicios de la existencia de una fase del Neolítico final o Eneolítico precampaniforme. De ser así el poblado de Higueruela se situaría entre el final del III milenio y los primeros siglos del II a. C. La existencia de lo que sería un trozo de pie de copa indicaría que pudo llegar a la Edad del Bronce.
http://www.flickr.com/photos/angelgrubio/sets/72157621807972439/

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